Lo que comienza a preocupar a empresarios pero también a comerciantes informales, la creciente competencia de productos chinos, es un fenómeno global que empezó desde hace muchos años y que se ha manifestado en Morelos de la misma manera que en las grandes ciudades de todos los continentes.
Desafortunadamente el país ha quedado rezagado económicamente, al grado de que hoy es víctima de la apertura comercial que hace sexenios se presentaba como la gran solución a los grandes problemas.
La libre competencia nos lleva a pelear con la superpotencia asiática en nuestra propia casa y solo queda ofrecer más calidad y mejor trato para hacer frente con éxito a la nueva realidad.