No sorprende que los diputados locales busquen aprobar antes de marzo solo aquello que les interesa de manera personal, porque solo eso han hecho desde que llegaron al cargo.
Lo que preocupa es el daño adicional que podrán hacer en los largos días que restan para que se vayan.
Nos han endeudado, han conculcado derechos, protegido la corrupción propia y ajena, desmantelado organismos y usado su poder para recomponer a su gusto durante al menos una generación al Poder Judicial, entre otras cosas.
Todo eso sin contar los agravios por las cosas que han dejado de hacer. Afortunadamente su cita con las urnas está cada vez más cerca y será el momento de los ciudadanos para tomar revancha, como lo hizo con sus antecesores.