El que haya más espacios en las escuelas de nivel bachillerato es una buena noticia porque es posible que todos los jóvenes que egresen de la secundaria puedan tener un lugar para continuar sus estudios.
Eso hoy es primordial porque puede contribuir al combate al creciente número de adicciones a la droga llamada cristal y a otras sustancias tóxicas. Ir a la escuela no inmuniza contra las drogas pero algo ayuda a evitar que los menores caigan en la trampa, una trampa que puede ser mortal.
El creciente número de adictos ya la temprana edad de los mismos es un fenómeno multifactorial, pero las redes que la escuela construye son un apoyo importante para atender un problema social que nos incube a todos.