Desafortunadamente, los diputados locales que controlan el Congreso -el corrupto G15- tienen en sus manos de nuevo la oportunidad de hacer grandes negocios con la asignación de cuatro magistraturas destinadas al Tribunal de Justicia Administrativa.
Dos de esos espacios están disponibles porque los legisladores corruptos lo propiciaron a través de una reforma que posibilitó el retiro anticipado de esos magistrados.
El Poder Judicial fue duramente insultado el año anterior con la cuestionada elección de diez magistraturas que han cambiado la composición de los grupos de poder y todo indica que volverá a pasar.
El G15 no le teme al castigo popular pero los partidos que esos diputados piensan abanderar en otra candidatura corren el riesgo hasta de perder su registro, por lo que esos partidos deberían anticiparse y tomar cartas en el asunto para evitar la debacle y terminar como el PRD, que apenas hace cinco años gobernaba y ahora no es ni la sombra de ese momento.