Es un momento oportuno para que las problemáticas que nos dañan como sociedad lleguen a oídos de actores que aspiran a ser autoridades dentro de pocos meses.
Es el caso del sector de la construcción, que clama por proyectos de desarrollo para el estado y la ocupación de las empresas locales en las mismas iniciativas.
La parálisis de la obra en los municipios es grave, y lo es también la fuga de recurso humano del interior por la falta de oportunidades y trabajo en suelo morelense.
Una de las promesas recurrentes en estos tiempos electorales es la obra pública. El inconveniente es que los compromisos se quedan en el aire, como el mismo desarrollo e infraestructura estatales.