El refuerzo a la seguridad en la entidad por parte de fuerzas federales alienta los esfuerzos locales por combatir los hechos delictivos que aquejan a todos los sectores en el estado.
Al mismo tiempo, la suma de elementos del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional representa la formalidad en la respuesta del Estado hacia un fenómeno que lacera a la sociedad morelense, independientemente de los tiempos electorales.
Siempre será oportuna la intervención oficial contra el crecimiento de la violencia, pero en tiempos de transiciones políticas y gubernamentales que atraviesa el país, es por demás imperioso el fortalecimiento de la seguridad.