El taxi dista mucho de ser redituable ya, según la postura de un creciente número de trabajadores del volante que ya no confían en esa actividad en la entidad para hacerse de un sustento digno.
Competencia, crisis económica e inseguridad son algunos de los argumentos que explican el abandono de un oficio que, por otro lado, socorre a miles más del desempleo.
En el ingenio, los operadores encuentran la manera de ganarse la vida, aun cuando deban multiplicar sus actividades laborales y sus esfuerzos.