Sencillas costumbres de urbanidad pueden hacer diferencia para evitar encharcamientos en las calles por las lluvias de la presente temporada. No arrojar desperdicios en la vía pública habla de buenos modales que ayudan a la convivencia en sociedad y en el respeto al otro y al entorno.
Sin embargo, no todos lo ven así. El sistema de alcantarillado se afecta por la mala costumbre de quienes sólo ven por sí mismos. Las lluvias arrastran los desechos y ocasionan los taponamientos que causan los problemas en las vialidades durante las precipitaciones pluviales.
En el esfuerzo personal se puede aspirar a cambios que se traduzcan en beneficios colectivos.