Uno de los temores más grandes de que Estados Unidos designe a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales radica en que históricamente los estadounidenses se han valido de esta estrategia para hacer intervenciones en pueblos soberanos.
La designación entraría en vigor hoy, tras su publicación en el Registro Federal de Estados Unidos, según el Departamento de Estado.
Prácticamente de manera paralela, ayer, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó en su conferencia de prensa matutina que no tiene miedo a Donald Trump, pues tiene un pueblo que la respalda, y en caso de que se vulnere la soberanía nacional, el mismo pueblo entero defendería a su patria.
La intervención militar de otros países es condenable, pero también lo es el parecer que se defiende un flagelo que lleva más de 20 años afectando a la población, como lo es el crimen organizado, y que ningún gobierno nacional -emanado de los tres principales partidos políticos- ha sabido resolverlo.