Eso es lo que consigna la información que hoy se publica y que reviste una enorme gravedad, dado que se plantean hechos que deberían ser extraordinarios pero que no han sido percibidos de esa forma.
La política se ha desvirtuado a excesos no vistos anteriormente, pero no se puede permitir que se hunda más.
Por supuesto, hablamos de que son palabras y no se ofrecen evidencias de lo que se señala, pero el planteamiento va más allá, a la necesidad de que hacer afirmaciones como las que nos ocupan fuera inconcebible y no una acción cotidiana.