Sin una mayoría clara a favor de algún partido -podría decirse que existe la minoría más grande, pero ninguna mayoría- será difícil alcanzar consensos a menos que funcione el pacto anunciado por los partidos de oposición que lograron una curul.
Pero es bueno recordar a los futuros legisladores que el interés primordial que deben preservar y atender es el de los ciudadanos y no los intereses de sus partidos.
Aunque debería ser lógico, las últimas cinco Legislaturas (por lo menos) han demostrado que los ciudadanos están en el último lugar en la prioridad de los representantes populares.
Sin embargo, quienes así actuaron en el ejercicio de tan importante función han sido olvidados por su pasividad o, al contrario, están en la memoria de los ciudadanos, pero por lo general para ser objeto de escarnio, un destino que pueden optar por no sufrir.