Aunque finalmente se evitó una tragedia como las que han enlutado otras partes del país, el percance generado por una actitud delictiva paralizó preventivamente el campus norte de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Ninguna precaución sobra y fue lo más adecuado evitar la presencia humana en la zona.
Ahora toca a las autoridades competentes investigar, perseguir, fincar responsabilidades y buscar que los responsables de tan peligroso delito sean castigados, a fin de evitar que incidentes como el de las últimas hora se repitan.