No termina con esas pensiones injuriosas que están vigentes, pero cierra la posibilidad de que se otorguen nuevas.
Sin embargo, antes debe ser aprobada y es posible que las fuerzas generadas por quienes serán perjudicados generan una enorme resistencia.
Se requerirá una enorme pericia política para que las reformas planteadas lleguen a buen término y entren en vigor en 2016.