La carga de los salarios caídos y de los intereses devengados representa un drama para miles de empresarios que ven en riesgo su capital y todo su patrimonio, debido a que desde la Junta Local de Conciliación y Arbitraje los juicios se retrasan, muchas veces por falta de recursos humanos y materiales que el Poder Ejecutivo les niega.
Difícilmente la entidad puede hablar de tener una economía competitiva si genera esas cargas ocultas pero trascendentes a los empresarios.
Ese no es el único factor de rezago. Si sumamos la corrupción, tenemos allí dos grandes causas que impiden el desarrollo de Morelos.