La persistencia del dengue en la entidad casi como mal endémico ha hecho creer a la población que puede convivir con la enfermedad y por lo tanto no pone tanto empeño en combatir al vector que la contagia. Sin embargo, las otras enfermedades que también transmite tienen mayor virulencia y. en el caso del zika, puede dejar graves secuelas.
Este último mal está poco estudiado pero la experiencia brasileña habla de que su impacto sanitario es elevado.
Es necesario, por lo tanto, dejar al Aedes Aegipty sin un lugar donde morar. Un trabajo colectivo y coordinado puede lograr algo que no sería una hazaña, sino simple sentido común, que hoy no parece abundar.