Por mucho tiempo, grupos de alumnos de esos lugares llegaban en las mismas fechas a la entidad para establecer un reino de terror que incluía el robo de vehículos con mercancía y el cierre por largas jornadas de importantes carreteras, principalmente en la zona oriente de la entidad.
Poco a poco dejaron de acudir en supuesta solidaridad con las normalistas de Amilcingo, y eran las alumnas de ese plantel las que se encargaban de los desmanes, hasta que hace relativamente poco en una de sus acciones de exacción a la ciudadanía se vieron involucradas en un grave accidente con víctimas mortales entre sus propias compañeras. No se les fincó responsabilidad y a cambio dejaron de movilizarse.
Independientemente de la justeza que pudiera haber en los reclamos de ayer -especialmente por la joven desaparecida- ¿acaso la tregua terminó?