Un grupo inconforme que asegura que hay vestigios arqueológicos bajo tierra no aceptó el primer dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia, organismo que ha reiterado su conclusión.
El acuerdo para poner fin a la violencia incluyó excavar hasta una profundidad de ocho metros para que no haya dudas, pese a que parece que es un acción innecesaria, pues ya se usaron aparatos para inspeccionar el subsuelo.
Como sea, el resultado de la nueva exploración deberá ser acatado por las partes en conflicto, pues de otra manera se demostrará que la nueva condición sólo era un intento para ganar tiempo y nada más.