Si el consumo se cubriera regularmente, habría suficiente dinero para pagar la energía eléctrica o el mantenimiento oportuno del equipo de bombeo.
Las movilizaciones salvajes de los vecinos que se han quedado sin suministro dañan a decenas, quizá cientos de miles de personas. Su reclamo es coyuntural pero sería más efectivo si se dirigiera a todos los morosos que mantienen sin liquidez al SAPAC.