El tema financiero es un tema en mi vida, bueno en realidad empezó a ser un problema cuando cumplí los 18. A esa edad descubrí que me gustaba la ropa, seguido de los cosméticos, para más tarde descubrir la joyería de fantasía. A mis 18 mi padre aún me mantenía, era él el que se encargaba de cumplir mis deseos. Fue un gran padre, un gran proveedor, daba todo por vernos sonreír (te amo y te extraño, papá te llevaré cada día en mi corazón).
Recién termine mi licenciatura, empecé a trabajar y todo lo que ganaba me lo gastaba en mí; ropa, zapatos, perfumes, relojes, bolsas, cremas… etcétera. Viví unos años gloriosos, tenía todo lo que una mujer de mi condición podría desear. Después mis padres me apoyaron a poner un negocio, entonces empecé a ganar el doble de lo que ganaba en mi trabajo y empecé a viajar! Me sentía feliz y gastaba y gastaba a manos llenas! Qué más podría desear una mujer a esa edad? Así fueron varios años de mi vida, me dedique a gastar y nada de ese dinero lo destine a ahorrar. Pensé que así sería siempre, que siempre tendría dinero para gastar en lo que me diera la gana… pero no fue así.
Me case y todo cambio para mal, parece que le estoy echando la culpa a mi matrimonio o a mi ex de esta mala racha? Sí! así es, pero hoy lo agradezco.
Me empezó a ir pésimo tanto en lo económico como en mi relación. Cuando no estás bien en una parte de tu vida pareciera que las otras partes tampoco pueden marchar bien. Son como daños colaterales, creo.
Un día en una discusión con mi ex esposo, le grité en la cara que jamás pasaría de maceta de corredor y que yo siempre estaría bien porque trabajaba! ¿qué tal yo? Pues Karma lectores, ¡pum, que se me viene abajo todo! Me empezó a ir de la patada y en serio, se los cuento, hasta tuve que empeñar algunas cosas para librarla!
Y con esto quiero llegar a dos puntos. Primero que no hay que escupirle al cielo… y Dos que hay que aprender a administrar nuestros ingresos.
Envuelta en todo mi ego me tuve que tragar mis palabras y me vi en bajada. Señores que levantarme me llevó años!!! Tengo de divorciada ya cinco años, y apenas voy en subida. Y es cuando creo que la vida te da lecciones para que aprendas cosas; en mi caso a no ser soberbia y a aprender a ver a futuro, ahorrar para el mañana.
No tuve más que tomar cartas en el asunto y me apreté el cinturón en muchas cosas para poder juntar dinero y éste invertirlo en mi negocio que ya lucía muy gris (era penoso que entrara la clientela y me pidiera X cosa y yo no lo tuviera). Me limite en ropa, zapatos, maquillajes, y hasta en el café… le bajé el consumo a la cafetería de la sirena. El punto es que ya empiezo a ver los frutos de mi inversión de limitaciones y monetarias y ahora ¡reeeespiro!
Que tranquilidad tener el negocio bien surtidito (ahora tengo casi de todo!), que tranquilidad no temerle a los estado de cuenta de las tarjetas de crédito, que tranquilidad comprarte unos zapatos y tener para comer también! Que paz saber que tienes un ahorrito para las vacas flacas, QUE PAZ haber aprendido la lección!
Jamás volveré a pavonearme de mi buena fortuna. Ahora entiendo que es mejor mantener la boca cerrada y no sólo agradecer, sino compartir de tu buena suerte, que no viene completamente del cielo que también es por mi esfuerzo y sacrificio y que por ello lo valoro y tampoco lo regalo a quien sea, punto!
I LOVE <3
Hasta la próxima.