Pues nada que aprovecho para agradecerles a todos los que se han tomado la molestia de escribirme :) (Juan Ignacio Ucha), de verdad ¡mil gracias! Me emociona y me hacen ser más responsable con lo que escribo.
Cuando tome la decisión de escribir para este medio me pareció a todas luces que sería una tarea fácil. Pero no ha sido así del todo. Hay semanas que han sido muy light, es decir no ocurre nada inspirador en mi vida y ha habido otras donde me he encontrado bloqueada por situaciones personales o simplemente por ¡nada! El punto es que ya llevo como tres años compartiendo los domingos con ustedes mis vivencias y mis locuras <3
Y en esta ocasión que me encuentro frente a mi ordenador estoy simplemente ¡bloqueada! No les ha ocurrido que están súper emocionados con mil temas en la cabeza para desarrollar y cuando intentan hacerlo plasmar las ideas en párrafos nomas nada! No? pues a mí tampoco, jajaja.
Acabo de recibir una llamada de mi casa, era mi hermana que me recuerda pasar a comprar algo de pan dulce antes de llegar al hogar. Tenemos visita, familiares que quieren acompañar a mi madre (hay que invitarles un chocolate con pan) por su reciente operación de cadera. Una noche anterior a su operación tuve una discusión muy acalorada con ella. Juro que no fue mi intención faltarle, pero hay ocasiones que hay ponerles limites hasta a los padres. Creo que cuando le conviene soy una adulta y cuando no pues me trata como su niña de colitas. Es que yo no quiero vivir mi vida como ella eligió vivir la suya. La admiro y solo trato de copiar lo que me gusta de ella; como su tenacidad en el trabajo, su mente brillante y su buen corazón… ah también su coquetería.
Mi madre es LA reina. Pero reina o no, no quiero vivir su vida, quiero vivir la mía como a mí me plazca! Aclaro que esto no quiere decir que no la respete, al contrario ella es TODO para mí, solo que no acepto algunas imposiciones. Cuando tenía quince tenía que obedecerla y hacer lo que ella me ordenara, pero ahora soy una mujer, no quiero ni puedo obedecerle en todo. Jamás está de acuerdo en mis elecciones de pareja, por ejemplo. Sé que me ama y desea lo mejor para mí, pero donde está escrito que ella debe tener la última palabra? esas épocas donde los padres “decidían” con quien se casarían sus hijas son del pasado, en la actualidad ya no importa la posición social… vamos ni la edad!
En la mañana de su intervención quirúrgica me disculpe con ella con un beso, no podía permitir que entrara así a la operación, yo no quería que siguiéramos molestas.
Todas las relaciones son difíciles y las de padres/hijos no son la excepción. Es natural pues existe una brecha generacional. Hoy estamos viviendo toda una era tecnológica, diversidad sexual, avances en la ciencia, y un montón de cosas que mis padres no tuvieron y que hoy se les hace difícil aceptar o entender.
En mi relación con mi madre hay un tercero, mi prima la ambivalencia. Es decir, en ella se mezclan sentimientos positivos obviamente el amor, la ayuda recíproca, los valores compartidos, la solidaridad... y los negativos: soledad, conflictos y problemas, ausencia, estrés.
A pesar de todo la relación está sólida existe la ambivalencia pero está consolidada, solo le pido E S P A C I O, que haya oxígeno en nuestra relación.
Deseo aprender de mis errores pero que sean completamente míos, no deseo culpar a nadie de mis fallas, quiero CRECER en todos los aspectos. Consejos los escucho todos pero la decisión final es mía. No quiero irme de este mundo sin haber hecho o probado de todo lo que deseo, y no hacerlo por el “qué dirán” perdón pero mi vida ya no se rige por las reglas sociales, ¡que flojera! Vine a este mundo a ser FELIZ y lo voy a ser aunque no le guste a algunas personas incluyendo a mis seres queridos.
Desde este momento me responsabilizo de mi vida, pero con respeto hacia ella: mi madre.
Nuestra relación (mamá y yo) está llena de altibajos pero no existe posibilidad de divergencia TE AMO MAMA, nuestro amor prevalecerá 4ever.
I love <3
Hasta la próxima.