Mi vecina de enfrente chocó mi auto.
Por cuestiones de la vida, desde hace unos meses mi auto está percnotando en la calle. Ella, mi vecina, sacó su camioneta de su garaje se hecho de reversa sin ver y ¡pum! me chocó. En ese momento (7 am) yo me encontraba ya alistándome para salir al gimnasio, los perros de mi casa ladraban y ladraban, me apuré a salir pero no vi nada anormal. Me subí a mi coche y me fui. Jamás revisé mi automotor. Yo ni en cuenta.
Ya por la tarde sonó mi teléfono, era mi vecina, cosa que me sorprendió porque no somos amigas y la verdad jamás habíamos intercambiando teléfonos. Nos saludamos y hasta ahí. Bueno, contesto y me la suelta: “hoy le pegué a tu auto, fue una distracción, un segundo, así como ocurren los accidentes”, me dijo. Y yo con cara de “juat” !
Me sorprendieron dos cosas: primero; soy lo más descuidado, confiando y despistado que conozco en el mundo; segundo la honestidad de mi vecina. Nadie se dio cuenta del accidente (ni yo que era la afectada), bien pudo hacerse la loca y no decírmelo y no reparar su acción, pero lo HIZO!
Esta acción me devolvió la fe en la gente. Me emociona que la gente sea valiente, honesta, sensible, responsable.
No quiero hablar mal de mis otros vecinos, pero casi puedo jurar que hay algunos que me hubieran chocado y no me hubieran tocado la puerta para notificármelo; pero ella lo hizo, aplauso…
Descubrir que aun hay gente con valores y que los pone en práctica es una maravilla que se tiene que contar, que se tiene que compartir. Porque en las épocas donde vivimos, donde la mayoría se maneja egoístamente es muy difícil encontrarlas… un mundo donde día a día se van perdiendo los valores humanos fundamentales y por ello la violencia nos está ganando.
Los valores definitivamente se siembran en la casa, son los padres los que tienen la tarea de educar y enseñar a sus hijos a ser seres sanos que pongan, que antepongan los valores ante todo.
El valor de la honestidad que mi vecina puso en práctica nos llevará a crear lazos de empatía y de esta manera nuestra relación de vecinas seguramente se volverá más personal, nuestro entorno se volverá de cooperación de ahora en adelante.
Si ella hubiera sido irresponsable, su costo como ser humano se hubiera visto rebajado no sólo ante los ojos de los demás sino de ella misma. Asumir las consecuencias de sus actos, de su distracción, la convierte en una mujer de alto valor. Su asumir tuvieron un impacto en mí, de primera instancia de molestia (he de reconocer) por el hecho de llevar el auto al taller y no tenerlo por unos días, pero su llamada me tranquilizó; además de que fue sumamente amable, sumamente sencilla, tratable, educada… humilde. Este es un valor que nos ayuda a promover la aparición de cambios a mejor, tanto en nuestras vidas como en las de los demás.
La palabra humildad proviene del latín humilitas, que significa “pegado a la tierra”. Es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás… sin decirlo, que cosa más hermosa no?
La persona humilde no busca el dominio sobre los demás, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable. En la medida en que uno se vuelve humilde, va notando que su corazón adquiere grandeza. No se han dado cuenta que mientras más aprendemos a escuchar y a aceptar a los demás, más se le valorarán así mismos?
Nuestra conversación para llegar al arreglo fue con respeto, otro valor que nos llevó a tener un clima de comunicación amable, donde ninguna de las dos se sintió atacada.
Después de como se solucionó el accidente, me dejo feliz y agradecida de conocer gente llena de valores humanos. Una mala experiencia me llevó a una buena… y una moraleja: si tienes garaje porque diablos no lo usas!
Hasta la próxima.
I love <3
Moraleja: Guarda tu auto en tu garaje.