Aun sabiendo que “él” era un hombre libre o para que quede más claro el término lo dejaremos en infiel. Me aventuré a vivir una historia con él, que como habrán de suponer fue súper corta.
Antes de continuar es mi deber aclarar que nunca me prometió nada, así que nunca me engañó ¡ups! Ni yo lo entiendo pero así fue.
Su trato hacia mí fue el de una reina. Pero muchas veces sus palabras me decían que le daba lo mismo que fuera yo o que fuera otra la que estuviera a su lado. Mensajes confusos.
Confieso que esta situación me hacía sentir incómoda pero yo la justificaba tontamente porque estábamos en una relación libre, que según yo entendía, aceptaba y me gustaba.
El problema estuvo en que nunca hablamos claramente de las REGLAS y LÍMITES de la relación y cada quien los vivió a su conveniencia.
Acepto que él la disfrutó todavía más. Me llegaban a menudo rumores de que ya me andaba poniendo el cuerno. Yo me consolaba diciéndome “tú eres la oficial”.
Hasta que un día apareció en mi vida un nuevo personaje. Este hombre era el polo opuesto al otro. No sólo sus acciones me decían que estaba interesado en mí, ¡también sus palabras! ¡Todo se unía en una sola persona! Me hizo recordar algo que ya había olvidado: que me merezco el trato de Reina. Este nuevo hombre se esmeraba día a día en conquistarme, y qué creen ¡lo consiguió!
Que emoción que todavía existan hombres que no tienen miedo a comprometerse y que sean tan seguros de sí que no necesitan aventuras para sentirse súper machos.
Creo que me libré de que una vez mas me rompieran el corazón. Me salí de mi relación libre y madura muy a tiempo. Esas relaciones están muy padres pero definitivamente nacimos para ser pareja para vivir en pareja, no en tríos ni en cuartetos.
Sentada en mi sillón favorito veo pasar la película de mi historia, mi nueva historia donde estoy en una relación incluyente y al mismo tiempo abierta, pero con comunicación y sobre todo con límites
Poner LÍMITES y hablar siempre con la verdad, que ninguna de las dos partes se queda callada ayuda a no rebasar la línea de la infidelidad.
Porque estarán de acuerdo conmigo en que el ENGAÑO es engaño en cualquier situación y aquí y en China.
El AMOR, RESPETO Y ACEPTACIÓN son los valores que deben de existir no solo en nuestra relación de pareja, sino en todo nuestra vida…
¡Hasta la próxima!