Esta sencilla y carismática mujer me ha dado los mejores tips para mi vida amorosa. Lo que dice lo hace, no amenaza.
Cuántas veces hemos dado oportunidades a esas personas que nos han defraudado, como una infidelidad, por ejemplo. Cuántas veces hemos perdonado una infidelidad, pensando que la gente puede cambiar, pues ella es de las pocas personas que conozco que no da segundas oportunidades y su lema es "el cielo sólo se abre una vez". Así de segura y pa' delante... Lo que sigue.
Es ese tipo de mujer a la que le deberíamos de aprender a no dejarnos pisotear, ni humillar. Así como aprenderle también que se puede vivir sin un hombre al lado y ser feliz. Tiene tantos proyectos para llenar su vida, que siempre está ocupada y feliz. Obvio, si hay alguien que la acompañe en la vida pues qué mejor, pero si no, no pasa nada.
"Amiga", pega un gran grito cuando me ve llegar al café, donde nos citamos para ponernos al día. Todo está listo para intercambiar experiencias. Ella con un frappe sin crema batida y yo un té chai latte.
"Y cuenta como te va con tu galán" me dice. "Te veo muy feliz en tus fotos", a lo que yo le contesto "no te creas, no todo lo que brilla es oro". Y me comienzo a confesar y le confió los desafortunados episodios con mi galán, y rápido me pone en mi lugar. "Eres tú la que tiene la culpa", me dice muy seria. “Límites, es lo que te hace falta ponerle y cúmplele lo que le digas, si no nunca le dará valor a tus palabras y por lo tanto a ti”, continúa. ¡Plop! Tiene razón.
Ser congruente con lo que sale de mi boca y mis acciones ¡se me hace por demás dificilísimo! Todos estos años me he manejado de distinta manera. Me entra el pánico, siento que no voy a poder, pero ella con sus palabras me tranquiliza "sigue tu corazón" y será pan comido, me dice.
Siempre me pasa igual cuando platico con Ana. Salgo de la cafetería sintiéndome otra, me siento empoderada del mundo toda una súper woman, es tan luminosa e inspiradora.
Todo es cuestión de perder el miedo a decir esto no me gusta, en esto no estoy de acuerdo y si la otra parte no está de acuerdo, pues con la pena... Confiar en mi intuición, en mis decisiones.
Convertirme en una mujer que hace valer su voz, me llevará algún tiempo y estoy convencida que en el camino me caeré mil veces y esas mil veces recogeré mis pedazos y me levantaré para continuar... Destruir para reinventarme.
Hasta la próxima