Soñé con mi ex marido y está mal que lo diga, de verdad que fue una pesadilla en mi vida, pero la vida es tan sabia o canija que no me lo van a creer… salí toda apresurada rumbo a esta casa editorial, cuando veo a lo lejos a un fulano corriendo en la calle !no!, !sí! !era él, mi ex corriendo! O sea hablando del rey de Roma y él que se asoma… qué rollo con los sueños, con las casualidades. Neta, no entiendo y por más que me esfuerzo nomás nada, todo me queda igual de confuso.
Bueno desde ahí, desde las 7 am supe que ese día sería un día difícil.
Ya sentía el reloj encima, y yo con mi don ese tan especial que tengo de siempre elegir la fila más lenta en el semáforo, no bueno. Total logro pasar el alto y metros más adelante en un cruce decido parar, para dejar pasar al automóvil que estaba esperando que el tráfico cesara para cruzar la calle, me acordé del uno por no. Pero siempre salé el abusivo a relucir, sí dejé pasar al de adelante y el de atrás ¡pum! que le pisa y que se pasa también y el tercero igual. A ver… es uno por uno, ¡hello!
Bueno la cosa no paró ahí, más tarde en el gym en la clase de baile, el instructor de entrada nos dio a entender que tenía flojera y que no respondía por la clase (en serio lo dijo, o sea como crees que lo vas a decir, o lo vas a hacer, si eres un profesional así llueva o truene tienes que hacer tu chamba bien y con todo). Bueno pues la clase iba entre azul y buenas noches cuando hizo su entrada triunfal una conocida actriz y bailarina del Canal de las Estrellas, bueno les cuento que el instructor dio la mejor media hora de baile que yo haya tomado, ojalá todas las mortales de su clase que no le fallamos le inspiráramos igual… ¡Snif!
Salí de ejercitarme muerta de hambre, corrí por un delicioso sandwich de queso con verduras. Me encontraba en la cola para la caja cuando sonó mi celular, al tratar de sacarlo velozmente pero torpemente de mi bolsa éste salió volando, acto seguido dejé la cola y corrí por él, en ese momento el cajero dijo siguiente y abusivamente el que seguía de mí en la cola ¡tomó mi lugar! cuando ya me había visto que iba caminando hacia allá… ¡así o más gandalla! me tuve que volver a formar, les dije que ese sueño y ese encuentro no era augurio de nada bueno.
¿Se dieron cuenta de lo que ha faltado en este relato?, los buenos modales.
La vida diaria el ir y venir corriendo nos va haciendo perder el crecimiento personal, formación cívica. Qué nos cuesta sonreír y saludar amablemente. Ser cortes con el de al lado no nos hace ni más ni menos valiente, nos da calidad de persona. Todos tenemos la lección de hacer lo correcto o incorrecto, pero ojo todo aquello que generes te lo comes… ¡Ven! todo se regresa, entonces demos cordialidad, amor, buena vibra y todos caminaremos mejor, dejemos de quejarnos y hagamos bien nuestra parte…
PD. Esto me sonó a karma.
Hasta la próxima.