Yo como ustedes sabrán soy divorciada y sin hijos, entonces ya se imaginarán que la cocina no es de los lugares de la casa donde yo pase mucho tiempo. Sólo cocino cosas ultrasencillas como pechugas asadas, ensalada de atún, sincronizadas, sandwiches y todo ese menú de hombre y mujer soltero. Así que siempre en las reuniones tanto familiares como de amigos me toca llevar los desechables o los refrescos, yea, yea!
Pero resulta que a una de mis hermanas, la más malévola, se le ocurrió que ahora cada quien lleve algo para cenar, ya que encajosamente siempre cenábamos recalentados o algo que mi mami hiciera rápido. Y como está visto que era injusto que mi madre pusiera casa y comida para la reunión, pues entonces ahora todas a apoyar con algún plato! Zacátelas y yo que sólo sé elaborar sandwiches de fiesta infantil!!! PROBLEMÓN a la vista.
No dejé que el pánico se apodera de mí y recurrí inteligentemente a YouTube, aplauso para mí!!!
Nombré miles de recetas desde las más sencillas hasta las más gourmet, ahora la parte más difícil; decidir que elaborar para la bendita cena de los viernes.
Obvio me quería lucir, quería que todos se quedaran con la boca abierta y con ganas de repetir! Así que escogí algo que pareciera bien elaborado y al horno para mi gran debut en la cocina!
Escogí un salmón con jengibre y al horno súper gourmet y sencillo de hacer. Me lancé al supermercado a buscar los ingredientes miel de maple, jengibre, ajo y la estrella: el salmón. Según la receta sólo era cuestión de bañar el salmón con los ingredientes y directo al horno unos 25 minutos y listo! Y como vi que la cosa era muy sencilla y me iba hasta sobrar tiempo, pues me dije y por qué no te elaboras un postre!
Así que me fui por algo sencillo rico y que a casi todo el mundo le agrada; postre de limón o carlota de limón.
Ja, ja, ja, segura iba de que todos se quedarían con el ojo cuadrado cuando llegara con mi suculento salmón!
Pues que les cuento que llegue sin salmón y sin postre. Todo iba súper bien, sazoné el salmón como la receta lo indicaba compre los mejores ingredientes. Paso final prender el horno para precalentar… así que yo muy linda gire la perilla del gas y después prendí mi cerillo, lo introduje y PLUM, PLOP, PLUM, PLOP, el horno lanzó una gran llamarada que alcanzó a quemar mis pestañas y cejas, así como parte de mi hermosa caballera!!! Es neta, eso ocurrió!!! Corrí como loca al fregadero y me eché agua, acto seguido corrí a buscar un espejo y el recuento de los daños ya se los conté :(
Cuánto tardarán en crecer mis pestañas y cejas no lo sé, lo que sí sé es que no sólo los niños deben cocinar con adulto, también un adulto con otro adulto con más sentido común…
Hasta la próxima.