Actualmente la alcaldía da trabajo a más de 700 personas, aviadores incluidos, y los servicios públicos están al borde del colapso por falta de recursos.
La salida estratégica que se les ha ocurrido es endeudarse, pero nunca han pensado en medidas de austeridad, por lo menos no para los integrantes del cabildo, lo que se puede comprobar fácilmente cuando se aprecia la marca y calidad de los vehículos particulares de varios regidores o el alcalde.
No es el único caso. Son muchos, demasiados diría yo, los Ayuntamientos en los que no hay dinero para atender las demandas ciudadanas pero sí hay para dar vida de reyes a los regidores, alcaldes y síndicos.
Un caso extremo parece ser Zacatepec, donde con documentos se comprobó que el cabildo ya se pagó el aguinaldo decembrino 2010.
Los órganos de control de los recursos públicos ni sudan ni se acongojan. Nadie dice nada y el saqueo desenfrenado continúa como si nada.
El ex alcalde de Puente de Ixtla, aquel que se llevó absolutamente todo lo que se podía llevar, hasta se dio el lujo de demandar para que lo reinstalen en su vieja plaza.
Y aunque ya no goza del aprecio de los ciudadanos -algo que antes sí tenía- nada la preocupa.