Y no porque sean priistas (dios los libre, pobres animalitos) ya que la iguana es ecologista para aprovechar el uniforme, el Pingo es librepensador y el Canito es simplemente un perro salchicha.
No, se emocionaron porque durante unas semanitas, muy pocas, la política dejará de ser aburrida y podrán comentar -ni permiso me piden- la forma en que Maricela Sánchez Cortés les aplica la más amplia colección de trucos y chuecuras a sus rivales.
Ya se imaginan como comentaristas de futbol en una épica narración de cómo la intocable ex dirigente se apodera una vez más del partido que una vez destruyó, porque quiere repetir la faena.
La convocatoria le ha dado a esa señora la posibilidad de hacer lo que mejor le sale: las trampas, con lo que el en mi singular e intelectualizado zoológico particular. Y aunque los personajes aludidos son pacifistas, creo que comienzan a manifestarse sus genes salvajes, porque se relamen los bigotes cuando piensan que en el proceso interno del PRI va a correr sangre, y mucha.