Como ahora las reglas han cambiado y hasta el PT puede ganar una alcaldía, pues ya está muy difícil saber a cuál apostar para ir a lo seguro.
Pero la pregunta es la misma para aquellos que no tienen idea del grado de endeudamiento que padecen las presidencias municipales, que han causado más de un disgusto a sus actuales ocupantes, sobre todo cuando descubrieron que no podrían robar tanto como pensaban porque sus antecesores se llevaron hasta el perico.
Los que ignoran todo eso prefieren quieren ser alcaldes o de perdida regidores, pero los más listos quieren ser diputados, sobre todo cuando vieron que alguien con tan poca luz interior como Julián Abarca Toledano llegó incluso a presidir el Congreso. Si él puede, cualquier puede, deben pensar con toda certeza.
Y si, cualquiera podría bajo esos parámetros de calidad.