Sobre todo, harán un evento a la antigüita, con la plaza de armas como escenario principal que deberá estar decorado con un montón muy grande de militantes y simpatizantes, como les gustaba decir n sus viejos tiempos de gloria.
Justo la escenografía que los ciudadanos odiaban ver reaparecerá. Cuando eran los grandes eventos del PRI, los que gobernaban no se tentaban el corazón para dejar sin transporte y otros servicios a los ciudadanos. Todo vehículo público utilizable quedaba acoplado al aparato de acarreo.
Y aunque los jóvenes de hoy no lo vieron, sus papás seguramente se acuerdan de esas y otras cosas del viejo PRI que constituye más una propaganda negativa que una demostración de fuerza, como creen los organizadores de la ceremonia de mañana.
Pero no entienden.