A ellos ya no les importa nada que no sea su propia salvación. Lo malo es que lo hacen con el dinero de todos nosotros. Y tan lo usan que ya se lo acabaron y hoy no hay recursos suficientes para cosas tan elementales como educacion, salud o seguridad. Ni más ni menos. Pero el trabajo previo que hicieron les funciona: los ciudadanos hartos de sus políticos se mantienen al margen de lo que éstos hacen.
Y no hacen nada bueno. Basta con mencionar las reformas a la ley de seguridad nacional, la reforma electoral para permtir la reelección o hasta el proyecto denunciado aquí por Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y cuya foto, en mi compañía, puede usted ver en mi blog personal) para crear el pago de tenencia por mascotas. Nuestros políticos están desatados. Si los ciudadanos no hacemos nada, los daños que causen serán irreversibles. Y a muy corto plazo.