Haberlo metido en la cárcel en estas fechas para dar un escarmiento a los de su clase ha sido un grave error del PAN, no porque haya detenido aun inocente, sino porque todo mundo vio que en los cinco años anteriores en que Hank cometía toda clase de excesos nadie le molestó y, por lo tanto, fue tolerado por quienes hoy lo acorralan.
Para colmo, el ex alcalde de Tijuana forma parte del grupo político priista más importante del país, el mismo que siente que podrá colocar en 2012 al próximo presidente de la república.
Los panistas seguramente verán como de repente les crecen los conflictos por todo el país. Como tienen una enorme cola que les pisen, esa tarea no será difícil. El problema es que se incurrió en el mismo error de calculo que llevó a desatar la guerra contra el narcotráfico: no se ha pensado que el enemigo sea tan poderoso.
Lo malo de todo esto es que lo que se avecina terminará por afectar a todos los ciudadanos en general, y no sólo a quienes hicieron la maniobra y la hicieron mal. Muchas de las cosas importante de la sociedad mexicana están paralizadas por tantos errores y omisiones y ahora lo estarán más.
Y eso suena a algo, por lo menos, terrible.
Por lo menos hubieran hecho las cosas bien, pero los errores cometidos en la captura permitirán a ese hombre estará en la calle en menos que canta un gallo. Una lástima, porque debe muchas.