En realidad dijo que no quiere reflexionar sobre la política y los políticos (su tema favorito) sino que no quiere dejar pasar la ocasión para invitar a sus lectores (ustedes lo leen más a él que a mi) para que vayan a la marcha que organiza la comunidad científica de Morelos (hoy 11 de noviembre de 2011 a las 11 de la mañana) y que saldrá de la glorieta de la paloma de la paz rumbo al Congreso local.
Pingo dice que no podemos ser indiferentes, porque la violencia afecta a todos, independientemente de su origen u ocupación.
Señaló él lo anterior porque le discurso de las autoridades –sobre todo las federales- se centra en argumentar que la mayor parte de las víctimas de hechos violentos están ligados a la delincuencia. Sabemos que eso es una mentira pero que mejor que salir a la calle a demostrarlo.
Como casi siempre, estoy de acuerdo con Pingo, quien critica las nuevas formas de “protesta” cibernética (esas cosas de mandar un “tuit”, o un correo o colocar un mensaje en Factbook sobre alguna causa.
Cualquier forma es buena, pero los que gobiernan no son gente informatizadas, sino del siglo anterior, por lo que las protestas en el ciberespacio los tienen sin cuidado.
Pingo dice que el que calla otorga y hoy será una buena ocasión para medir quienes no se guardan sus sentimientos y prefieren expresarlos ante los hechos amargos que vivimos.
(No sé si el Pingo irá a la manifestación. Admite que por su condición de perro tiene ciertos problemas de transporte, ya que en los autobuses no admiten perros, excepto en la cajuela. Y él padece claustrofobia)