La nota era dura con los bomberos y la inutilidad que habían exhibido.
Pocos días después me llamó el comandante Armado Lara Escudero, para reclamar por la información pero le dije que la nota consignaba lo que habían dicho los testigos.
Me comentó que estaba muy dolido porque efectivamente llegaron tarde pero que antes de criticarlos deberíamos considerar que el cuerpo de bomberos que encabezaba no era de servicio a la población, sino estaba para proteger las instalaciones del Ingenio Emiliano Zapata y que por lo mismo necesitaba pedir permisos y cumplir trámites para prestar auxilio en las poblaciones aledañas.
Estaba muy molesto por la crítica. Y me alegro que lo haya estado porque allí le puso más esfuerzo a un proyecto que desde hacía años acariciaba junto con su colega Eduardo Fabián Ocampo, la de crear una estación de bomberos regional, no sujeta a las limitaciones que ellos tenían como trabajadores del Ingenio.
Poco tiempo después se salían con la suya. ¿qué por qué les cuento esto? Bueno, por falta de espacio, mañana se los diré.