Hasta la fecha pocos saben cuál fue la causa de esa estúpida decisión que medió a México por malos caminos. Mejor dicho, que impidió que México saliera de los malos caminos en los que nos dejó Felipe Calderón.
Pero el caso es que el presupuesto programado para liberarse a través de grandes proyectos de infraestructura, incluida la siempre inconclusa autopista Siglo XXI en su tramo por Morelos, simplemente no salió. El dinero se quedó guardado en un cajón y el crecimiento que se esperaba para el 2013 se quedó en puras y falsas esperanzas.
Claro, el gobierno federal sí creó empleos, pero para sus amigos, como el nunca bien poderado Erick Salgado, que junto con otros de su misma especia cobra muy bien en la delegación Morelos de la Sedesol, al lado de personajes insignes del priismo local.
Nada para obras de infraestructura, lo que significa nada para la población en general vía empleos mal pagados pero que se aceptan porque peor es nada.
Pero eso sí, mucho dinero destinado al pago de ingresos de fábula para los incondicionales del sistema priista, que le han dado todo a su partido y a los jerarcas de todas las épocas, pero que no le han dado nada, absolutamente nada, a la sociedad que los mantiene en medio de lujos y abundancia.
Es un ironía que la famosa y populista cruzada contra el hambre sólo le ha dado de comer -caviar por cierto- para los que trabajan en ese programa. Los que padecen hambre, que se esperen un poquito. ¿Hasta cuándo?
El Poder y La Gloria
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Sin hambre
Lo he dicho en otras ocasión pero vale la pena repetirlo: el año pasado el país no creció ni se crearon empleos porque un genio de las finanzas nacionales determinó que el dinero del presupuesto federal, que no es poquito, no tendría que ser liberado.
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