Eso no es cierto, porque no sufren cuando se ven en la disyuntiva de hacer el mal o hacer el bien.
Los que no son políticos renuncian de inmediato, no porque les falte estómago sino por que les sobran escrúpulos.
La gente que se mete a la política lo hace para salir de pobre. No es cierto que haya un afán de servir a los demás, de ayudar al prójimo y todas esas cosas.
Si eso fuera cierto estaríamos con puro ex alcalde pobre. Pero esos no existen. Por lo menos no conozco ninguno, excepto alguno que otro empobrecido por las malas inversiones o los excesos, pero con más dinero que cuando llegó al cargo.
Y de diputados, regidores, síndicos y demás ex cargos públicos no se puede decir menos.
Hace tiempo que costaba trabajo encontrar a gente con sentido de futuro y de servicio social, pero cuando Sergio Estrada Cajigal puso de moda los altos salarios y las empresas tapaderas para realizar la obra pública, se acabaron los altruistas.
Hoy todo mundo quiere un cargo político para ganar buen dinero y pellizcar el presupuesto.
Estrada Cajigal era panista pero el dinero acabó con las ideologías, pues todos los partidos le han imitado.
La falta de efectividad en la persecución de los delitos es más evidente cuando los presuntos criminales desempeñaron un cargo público. Allí la protección -la impunidad- es total, excepto cuando se trata de venganzas.
La gente normal se ríe de las "travesuras" de los corruptos, porque no se da cuenta de que tienen serias consecuencias, como el elevado endeudamiento público, que corre el peligro de volverse impagable.
En lugar de reír debería -en lugar de ponerse a llorar- exigir que la ley funcione. Pero el mundial de futbol se atraviesa en el camino, por lo que nada que no sea el juego es importante. Lástima.
El Poder y La Gloria
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El futbol, lo que importa
Muchos dicen que la política está hecha para gente con el estómago a prueba de todo. Creo que no es una definición correcta, pues alude a que los políticos ven de todo y tienen que aguantarse.
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