Es una acción que puede ser revolucionaria si saca de las calles a los jóvenes que hoy nutren a la delincuencia, pero encierra graves riesgos, que van desde las penurias financieras a corto plazo hasta la pérdida de calidad en la enseñanza, luego de que numerosas facultades e institutos de la UAEM han logrado destacar en el panorama nacional.
La UNAM, a partir de que el precio de sus colegiaturas fue meramente simbólico, enfrentó terribles problemas por la masificación que eso produjo. Y para colmo, en la época de descontrol no sacó de sus aulas camadas y camadas de profesionistas destacados, sino que nutrió el subempleo.
La medida fue audaz, pero espero que se haya reflexionado lo suficiente y que la juventud de Morelos que no soñaba contener una carrera tenga al alcance lograr una carrera universitaria.
Pero también lo gratis no se valora, por lo que debe haber un programa que revalorice la educación.
En doce meses habrá más elementos para evaluar el tema que se plantea.