Hace meses que no se manifiesta en este espacio, a pesar de lo mucho que tiene que decir, por que le gusta opinar en privado de todo, desde la calidad de sus croquetas -sólo acepta una marca y debe llevar el sello "plus"- hasta la forma en que funcionan los servicios públicos por sus rumbos o lo que opinan sus vecinos de los temas de actualidad.
Y los temas de actualidad en realidad son un único tema: la política.
Pero dado el terrible antecedente del triste final del Pingo (el perro criticón atropellado) Bambina ha buscado _y creo que lo encontró- un lenguaje sofisticado para hablar de sus coincidencias con el difunto can. Porque también mi gata odia a los políticos desde que en las asambleas gatunas en las que participa cada noche comenzó a escuchar los estropicios de ese sector minoritario de la humanidad que controla al resto.
Sus amigos gatos creen -eso le entendí- que si los políticos no explotaran tanto a los demás humanos, ellos -las mascotas- tendrían una mejor calidad de vida, porque hoy a sus amos apenas las alcanza para que ellos coman.
Bambina tiene teorías interesantes, por lo que me empeñaré en darle voz en este espacio plural y poco ortodoxo, a fin de iluminar un poco -tanta falta que hace- a la humanidad. Así, sencillito.