Aunque lo que está en juego son huesos sin carne, los cargos de ayudante o delegado municipal pueden servir para posicionarse con rumbo a la elección del 2018, por lo que al menos el PRI y el PRD tratarán e influir, o sea, de meter sus negrísimas manos.
Todos los reclamos que surjan en los siguientes dos domingos serán por la intervención partidista, principalmente de los que tienen como color distintivo el amarillo, porque ellos tienen a su alcance el dinero público, que no han dudado en usar desde que llegaron al poder.
Claro, son más los fiascos que los éxitos de la cosecha, pero estoy seguro de que no por eso dejarán de insistir.
El problema es que meterán un grado de inestabilidad innecesario en algunas decenas de comunidades, cuando en estos momentos lo que sobra son conflictos.
Para dar y prestar.
Para colmo, muchos de los alcaldes han demostrado en unas pocas semanas que la educación, la experiencia, el temple y la confianza son palabras que no los adornan.
Ojalá los ciudadanos sean lo suficientemente racionales como para dejar fuera a los candidatos de los partidos políticos, porque son promesa de que serán políticos una vez que desempeñen el cargo.
Y la verdad, no sé ustedes, pero a estas alturas ya estoy de políticos hasta...