Las instituciones siguen secuestradas desde el Congreso y todos los organismos ciudadanos de importancia, como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos y el Instituto de Información Pública y estadística han sido anulados y para efectos reales ya no tienen utilidad práctica.
Pero todo eso no es novedad, por lo que hablar de política cada vez es más difícil porque nuestros hombres y mujeres que se dedican a esa lucrativa actividad no tienen originalidad, están cortados por el mismo molde -especialmente a la hora de buscar ganancias económicas- y carecen de visión de largo plazo.
Lo anterior quiere decir muchas cosas, una de ellas es que cuando aparezca un mesías, las multitudes le seguirán, lo que hace que el futuro de la entidad esté en riesgo, en un grave riesgo.
Ya les platicaré por qué.