Trepada precisamente en un rama, dijo que se requiere estar en las alturas para apreciar mejor lo que pasa en el mundo, pero fue más precisa al señalar que se debe tratar como algo literal sino como una metáfora que todo gobernante debe entender, para ser capaz de abstraerse en la contemplación del territorio que está a su cargo y tomar las mejores decisiones y a tiempo.
Como pueden ver, sabrá diós de qué fumó la iguana verde al momento de dar esa larga explicación.
Lo cierto es que sí, estaba en la rama más alta de su arbusto favorito y desde esa distancia se dio a contemplar el mundo que le rodeaba mientras decidía su siguiente destino. Tal maniobra (ver desde lo alto) le sirvió a la malvada para detectar una maceta donde había algunas flores, que desaparecieron al instante entre sus fauces.
Eso fue lo que hizo. De lo que dijo, queda sujeto a interpretación.
Por cierto, si usted quiere ver a la ya famosa (y quizá algún día célebre) iguana, hay una foto de ella en su rama en mi blog: www.oscardavismtz.blogspot.com