Hay una especie de “oídos sordos” o desdén a los reclamos y eso deriva en impotencia popular, porque está claro que se vive en un entorno de impunidad, donde los principales infractores son quienes al frente de las instituciones, aquellos que tienen la obligación constitucional de respetar y hacer respetar las normas establecidas, muchas veces, por ellos mismos.
Por eso padecemos toda clase de inconsistencias, la impunidad pulula por todas partes, quienes tienen la posibilidad de decidir desde cargos públicos, lo hacen en busca de satisfacer necesidades e intereses muy particulares, sin importar las consecuencias a la población.
En casos como el del “Clásico”, se aprecia claramente el amiguismo, influyentismo, la tradicional “mochada”, a los “servidores públicos” a fin de permitir la operación sin el mínimo cumplimiento de requisitos. La corrupción es visible por donde se le quiera ver, pero ya no hay pudor, ni vergüenza, son valores y ética que se perdieron al paso de los años.
RECABA PRI MÁS DE 800 MIL POR REGISTROS
En otro orden de ideas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cobró a cada uno de quienes pidieron inscripción para buscar una candidatura a cargo de elección popular tres mil pesos, ello, considerando el número reportado de 248 solicitudes, da una cifra alrededor de 800 mil pesos, pero sólo en lo que se refiere a alcaldías y diputaciones locales, tres federales, todavía faltan dos distritos más por cuantificar.
La cuestionante de todos ellos, que además en su mayoría han quedado fuera del proceso por las razones que sean, es ¿a qué se destinará ese dinero?, porque no hay una explicación sobre el manejo de los fondos y tampoco es mucho dinero, pero con lo que falta, será una suma muy por arriba del millón de pesos.
Más aún, hasta donde se sabe, una vez que se defina a los candidatos a las 33 alcaldías, vendrá el registro para quienes acompañen la fórmula en calidad de regidores o síndicos y habrá otra suma interesante. Pero, reiteramos, la inquietud de quienes tuvieron que soltar esa lana, es conocer hacia dónde se canalizará y es lo menos que pueden demandar, se trata de su dinero.