Sin embargo, se ve que la “doña” no perdona y como ha sido la que ejerce el poder tras el trono, estaría vaciando las oficinas de esa comuna, a fin de dejarle la casa vacía a su verdugo. Por lo menos eso es lo que se viene denunciando por parte de empleados de la alcaldía, que no lo consideran correcto.
Hay que recordar que por desacato en el cumplimiento de laudos laborales vencidos, el edil en turno debió dejar el cargo, pues quien lo sustituyó ya tiene un plazo de 30 días para hacer lo propio, de otra manera correrá la misma suerte que su antecesor.
Pero a Catalina Ríos eso es lo que menos le interesa, finalmente es ella la que ejerce el mando a través de quien esté al frente de la presidencia, pero a sabiendas de que comenzando enero la situación cambiará, ha instruido a sus incondicionales a fin de que se lleven todo lo que puedan para complicarle más la existencia a Aguilar Palma, quien debería detener esta rapiña mediante la comisión de entrega-recepción.
AHORA, CLASES EN PASILLOS DE PALACIO
Y entre tantas modalidades de protesta, madres de familia de un plantel de primaria ubicado en la colonia Las Palmas de Alpuyeca, quienes desde hace más cuatro años exigen la construcción de la barda perimetral, se presentaron en palacio para cumplir con una audiencia con el secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina, programada a las nueve de la mañana.
Pero el funcionario nunca llegó al compromiso, de tal manera que aprovechando también la presencia de los maestros y alumnos, decidieron impartir las clases en el piso, afuera de las entradas del edificio, mientras esperaban alguna explicación oficial.
Ya las autoridades educativas se habían comprometido a realizar la obra, pero nunca han iniciado, la inversión no llega al millón de pesos. Sin embargo, a nadie le interesa que los niños enfrenten todo tipo de incomodidades, sobre todo de maleantes que rondan el plantel y que tienen libres accesos para penetrar.