Y aclara que ese recurso, consistente en poco más de siete millones de pesos anuales, obtenidos mediante un decreto emitido por el Congreso local, empezó a ejercerse a mediados de la administración anterior, pero se trata de una disposición que ya no puede ser cancelada.
Las diferencias entre los jubilados y el gobierno se da a partir de que Ocampo Castrejón busca que el dinero se distribuya entre aquellos que tienen una pensión casi simbólica, a fin de que cubran sus mínimas necesidades, y no a todos en general como intenta la administración estatal.
Y recuerda que hay quienes reciben entre 70 mil y 100 mil pesos mensuales y no es justo que todavía cuenten con otras ayudas. Habló de casos muy específicos como Jorge Arturo García Rubí o el ex legislador federal José Francisco Coronato Rodríguez.
En contraparte, la Secretaría de Administración hizo circular un documento en el que muestra que la misma Ocampo Castrejón pidió retener la entrega de despensas un tiempo, pero ella responde que fue precisamente con el propósito de darse tiempo a fin de que el Poder Legislativo validara la entrega sólo a los que más lo requieren.
MUCHO RUIDO, PERO… DESAMPARO EN LA CESP
Y no obstante que se sigue haciendo alarde de todo tipo de acciones en la Comisión Estatal de Seguridad Pública, a cargo de Jesús Alberto Capella Ibarra, presumiendo de inversiones en infraestructura de prevención al delito, compra de armas y renta de patrullas, al interior, priva el descontento de buena parte de la corporación de elementos del Mando Único.
Algunos de ellos, de quienes omitimos los nombres por obvias razones, aseguraron que independientemente de jornadas extenuantes y salarios insuficientes, últimamente les vienen regateando la entrega de uniformes y particularmente, de chalecos antibala.
Y explicaron los motivos de su preocupación destacando que esos chalecos tienen caducidad, luego de determinado tiempo y uso, comienzan a sufrir desperfectos y ya no ofrecen seguridad, un proyectil los penetra con facilidad y eso es lo que viene ocurriendo. La mayoría de los que utilizan ya están caducos y entonces, cualquier agresión puede causarles la muerte.