Los primeros en hacerse presentes fueron comerciantes del primer cuadro de la ciudad, que por la remodelación de la Plaza de Armas han sido desplazados. Éstos acusaron a las autoridades de violarles sus derechos de desarrollar una actividad, de la que viven sus familias, y que además es el único sustento e ingreso con el que cuentan.
Pero a los pocos minutos, aparecieron nuevamente –como el pasado 7 de junio- cientos de maestros jubilados, a quienes el gobierno les viene negando la entrega de bonos, que han cobrado anualmente desde hace 20 años, pero que de pronto les salen con que eran ilegales. Ellos concluyeron ayer la fase de distribución y entrega de volantes en todo el estado, acusando a Graco de faltar a su palabra y compromiso.
Enseguida, la asociación Gustavo Salgado Delgado también se presentó, para recordar que a pesar de haber transcurrido ya mucho tiempo, la Fiscalía General de Gobierno no ha hecho nada para esclarecer el asesinato de Gustavo, mostrando total desprecio por el dolor de la familia y además propiciando impunidad a favor de los responsables. Se presume que fue un crimen de Estado.
Y si algo faltaba, pues como lo han hecho toda esta semana y parte de la anterior, antorchistas continuaron con sus reclamos de entrega de apoyos, ya sea lotes u obras en servicios públicos o en materia de educación para escuelas instaladas provisionalmente.
HOMENAJE A RUBÉN JARAMILLO
Mientras tanto, al interior del recinto legislativo, se hizo un homenaje a Rubén Jaramillo, se inscribió su nombre con letras doradas en el muro de honor del Congreso local. El hombre fue ejemplo de lucha y entrega desinteresada en defensa del derecho de los demás, particularmente de los campesinos y obreros en Morelos.
Lo que pudimos apreciar, en la biografía que se leyó, es que figuras como él se han extinguido. Su muerte en 1962 obedeció a la oposición que siempre mantuvo en contra de gobiernos que mancillaban los derechos y las garantías ciudadanas, como lo vemos hoy día en esta entidad.
Claro que cuando se hacía énfasis en el papel que desempeñó contra los gobiernos tiranos y corruptos, parecía que se venía describiendo a la administración de Graco Ramírez, lo que nos llevó a aceptar que 64 años después de aquello, las cosas en Morelos no han cambiado nada.