Sobre el tema, ya en entrevista personal, la diputada federal Rosalina Mazari Espín se dijo muy preocupada porque anticipa que “no vemos señales de voluntad de las autoridades competentes en la materia para dar marcha atrás a sus pretensiones”.
Agregó que “en el encuentro con los titulares de esa dependencia la posición fue a la defensiva y buscando de qué manera justifican los actos que afectan a miles de ciudadanos morelenses, no sólo a Puente de Ixtla”, que es donde surgió el conflicto.
Y agrega con cierta impotencia: “Sé que las cosas no serán fáciles porque observo que vamos a tener que ir a una lucha frontal contra el gobierno estatal, en defensa de las familias más pobres, que son a las que más les pega este tipo de decisiones, pero alguien tendrá que dar la cara y como presidenta de la comisión de salud en el Congreso de la Unión me toca a mí”.
La legisladora federal estuvo ayer nuevamente en Cuernavaca, porque dijo que vino a buscar desatorar un proyecto que se desarrolla en Tlaquiltenango, cuyos recursos gestionó en la Federación, pero ante el cual, el presidente municipal opuso resistencia. En efecto, sostuvo un encuentro con Enrique Alonso Plasencia y dijo que dio resultados, la techumbre en la plaza pública de la cabecera municipal seguirá construyéndose.
TODO ANDA DE CABEZA: FIDEL
Por cierto, para tal efecto, buscó la mediación del senador perredista Fidel Demédicis Hidalgo, amigo del alcalde, quien ayudó al convencimiento y luego de ello habló de la situación que priva en la entidad, cosa que dijo lo tiene preocupado.
El temixquense insiste en que las cosas andan mal en la entidad y que no se aprecia gran esfuerzo de las instituciones competentes. Advirtió que todo eso está generando mucho malestar en la población y ello se reflejará en la mega marcha programada para mediados de agosto.