Hoy, a cinco meses de que dejó el cargo nos queda claro que nos quedamos cortos, pues ese hombre tiene un grave problema de cleptomanía, definido como “el trastorno mental que se caracteriza por una inclinación o un impulso obsesivo por robar”.
Ya con los archivos abiertos, hoy se sabe que no había negocio, compra u obra, en la que no fuera dueño, socio o padrino. Cada movimiento del Ayuntamiento debía redundar en una cantidad de dinero que iba a parar a sus cuentas bancarias o a su caja fuerte.
Donde le rasque sale pus. En el corralón de su propiedad a donde eran llevados los vehículos infraccionados, en la escuela “Shakespeare” de su propiedad a donde debían ser inscritos los hijos de todos los trabajadores; la clínica que debía pagar un porcentaje en efectivo por dar los servicios de salud al personal del Ayuntamiento, y la auto-renta de casi todos los edificios que ocupaban para oficinas municipales.
Aquí va solamente una muestra:
A través de una solicitud de información pública (folio 00098017) el gobierno de Manuel Agüero Tovar informó que renta cuatro edificios para oficinas complementarias al Palacio Municipal. Uno de ellos llama la atención por el monto que se paga mensualmente: 70 mil pesos.
A diferencia de los otros inmuebles que son propiedad (al menos así lo dicen los contratos) de personas físicas, en el caso del edificio ubicado en la avenida Benito Juárez del Centro de Jiutepec que albergaba varias dependencias, el contrato que firmó el Ayuntamiento de Jiutepec fue con una persona moral: Grupo Galveg de México S.A. de C.V.
Al consultar en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, resulta que esta empresa fue creada en 2011 por Erandy Gallo Vergara.
Metimos el nombre en el buscador de la nómina del Ayuntamiento y oh sorpresa: Erandy Gallo Vergara era subsecretario en el gobierno de Manolo Agüero Tovar.
Sin embargo, para evadir la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, el 14 de noviembre del 2015 (cuando ya se sabía que Manuel Agüero tomaría el cargo el primero de enero del 2016), Grupo Galveg realizó una asamblea extraordinaria en la que “cedió” sus acciones a una persona de nombre Gladys Liliana García Tapia.
Y con la mala costumbre que tenemos todos de publicar en nuestro muro de Facebook todo sobre nuestras vidas, bastó con meter el nombre de Gladys García Tapia en el buscador de esa red social para descubrir que ella y Erandy “tienen una relación”.
Ahora todo tiene sentido.
Pero surgen también muchas dudas porque el nuevo Ayuntamiento me proporcionó la copia de una póliza de “solicitud de pago a proveedor” por 104 mil 400 pesos correspondiente al mes de noviembre de 2016 para “el pago de la factura número 18 por arrendamiento de las oficinas que ocupa la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, Secretaría de Desarrollo Sustentable, Industria y Comercio y Registro Civil”, con 20 mil 880 cada una, por lo que suman los 104 mil 400 pesos.
Esto demuestra que no son 70 mil sino 104 mil pesos mensuales los que el Ayuntamiento de Jiutepec pagaba a Gladys Liliana García Tapia. ¿Cuánto de ese dinero regresaba a los bolsillos de Manolo? Nunca lo sabremos.
Pero todavía más extraño resulta que la nueva administración encontró en los archivos de la Oficialía Mayor, un contrato de comodato que firman por una parte Valentín Álvaro Agüero Bolaños en su carácter de comodante y José Manuel Agüero Tovar, en su carácter de comodatario respecto a un predio ubicado en la calle Benito Juárez número 22 de la colonia Centro de Jiutepec, por los tres años que duró el gobierno de Manolo.
Otro caso refleja la insaciable sed de robar de Manolo, es el caso de un asesor de un regidor cuyo nombre mantendremos en el anonimato. Por casualidad descubrimos que el Cabildo que encabezaba Manolo, semanas antes de irse le aprobó una jubilación de 30 mil pesos mensuales.
Luego de hacerlo público en el Facebook, y que varias personas comenzaron a increparlo sobre el por qué recibiría dicha cantidad si su sueldo es menos de la mitad, una amiga me mostró lo que el aludido le había escrito vía mensaje directo. En su mensaje, el hombre aceptaba que había sido beneficiado con una pensión vitalicia de 30 mil pesos mensuales.
“Así fue el acuerdo con Manolo, que él me subiría el sueldo a 30 mil pesos para poder cotizar más alto en la jubilación. Pero de ese dinero, tengo que darle la mitad a Manolo”, decía el ex servidor público.
A ese nivel la avaricia del ex presidente municipal de Jiutepec, quien dejó las arcas públicas no solamente vacías, sino también una deuda impagable.
Hacer unos días el edil Rafael Reyes Reyes, dio a conocer que a la fecha la deuda de Jiutepec es del orden de 715 millones 341 mil 125 pesos, por diversos motivos como adeudos a proveedores; sueldos y salarios no cubiertos en el ejercicio 2018 para personal sindicalizado; adeudos con el Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Morelos, referente a préstamos hechos en junio y julio de 2018; pasivo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), asimismo recargos y actualización de ISR de los ejercicios 2018 y anteriores.
Rafael Reyes informó que derivado del proceso de entrega-recepción, efectuado el tres de enero del presente, se notificó al presidente municipal saliente 600 observaciones generales correspondientes a faltantes en cuestiones de bienes materiales, documentales e información y a la fecha no se ha recibido respuesta e incluso se impugnó, por parte del ex edil, la notificación presentada con el testimonio de un notario público.
El presidente municipal de Jiutepec comunicó ante los representantes de los medios de comunicación que solicitará de manera formal al Congreso del Estado de Morelos el inicio de auditorías especiales a los ejercicios 2016 y 2017.
Mientras tanto, Manolo Agüero Tovar, como decía su canción de propaganda: “relajado, relajado, relajado”.
HASTA EL LUNES.