De esta manera, si usted checa la página de internet del IMIPE, se encontrará con una leyenda que dice:
“El Pleno del Instituto es la máxima autoridad del mismo, para el despacho de sus asuntos se reunirá en sesiones ordinarias o extraordinarias y para que exista sesión de trabajo es preciso que estén presentes, en principio sus tres integrantes y que las sesiones las presida su Presidente”, pero cuando usted busca a los integrantes del Pleno sólo está la comisionada Dora Ivonne Rosales Sotelo.
Cuando una institución carece de titular se dice que está “acéfala”, pero ¿cómo se le puede llamar a una institución que tiene cabeza pero carece de todo lo demás?
Y es que ayer el Congreso Local recibió un documento que es el “acuerdo mediante el cual se concede licencia indefinida al cargo de comisionada del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística; así como la renuncia al cargo de comisionada presidenta a la M. en D. Mireya Arteaga Dirzo, en términos de lo dispuesto por los artículos 14, 19 fracción XXIV de la ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado de Morelos; 6,7 fracción VIII, 8, 59, 60, fracciones I y XIX del Reglamento interior del IMIPE”.
En dicho documento se establece que “El Pleno del IMIPE” concede licencia indefinida para separarse del cargo de comisionada a partir del uno de abril del 2020. “Asimismo, en virtud de lo anterior y por no existir impedimento legal para la aceptación de la renuncia peticionada, se admite la misma al cargo de presidenta…”. Y firman Mireya Arteaga y Dora Ivonne Rosales.
Nunca se menciona que la segunda quede como presidenta, pero un boletín del IMIPE enviado el pasado miércoles, refiere que “debido a que la comisionada Mireya Arteaga Dirzo, quien fuera la comisionada presidenta, solicitó licencia al cargo sin goce de sueldo, el pleno emitió la convocatoria para una nueva elección, siendo la comisionada Dora Ivonne Rosales la única adscrita a ocupar el cargo al presentar un plan de trabajo, mismo que fue expuesto durante la Sesión extraordinaria número 3 en la que se determinó su elección como presidenta por el período comprendido del 01 de abril de 2020 al 8 de junio de 2021”.
Eso sólo se ve en Morelos.
Dora Ivonne ya fue presidenta en una ocasión, y fueron los peores dos años de esa institución, aunque debemos reconocer que no todo fue su culpa.
Factores externos y circunstancias atípicas hicieron que durante su presidencia el “derecho a saber” haya atravesado por sus peores momentos, con instituciones gubernamentales que disfrutaron de la opacidad propiciada por la transición normativa y con un órgano garante (el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística) entrampado y cuestionado, en manos de la persona que menos experiencia tiene en este rubro.
Y es que de acuerdo a su semblanza que aparece en la página del IMIPE, la hoy otra vez presidenta tiene Maestría en Educación Psicoterapia Gestalt en el Instituto de Gestalt con modalidad de dos especialidades, Psicoterapia Gestalt y Especialidad en enfoque centrado en la persona; Maestría en Educación con especialidad en nuevas tecnologías aplicadas a la Educación en la Universidad Interamericana para el Desarrollo y es Maestra de Psicología en nivel Posgrado.
Pero de Acceso a la Información Pública, nada.
“Es penoso ver cómo una institución creada para fortalecer la participación ciudadana se ha convertido en una instancia burocrática. Hoy el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) administra el tema de la transparencia en lugar de encabezar la lucha contra la corrupción y la opacidad. Es un barco a la deriva, sin agenda y sin causa. Urgen cambios en esa institución o, dentro de muy poco, será un elefante blanco más de los que abundan en el gobierno y que solo cuestan dinero”, declaró Vera Sisniega Aspe cuando Dora Ivonne era presidenta del IMIPE.
La institución garante de las leyes de transparencia en Morelos primero fue cuestionada por incumplir con la disposición legal de constituir un consejo consultivo, luego por hacerlo con demasiada secrecía y finalmente por elegir a personas ligadas a partidos políticos o con antecedentes de haber sido proveedores del organismo.
Pero lo más importante es que el IMIPE ha perdido la agilidad en la resolución de los recursos que alguna vez lo caracterizó. Hoy se tardan meses en admitir un recurso y otros tantos en resolverlos.
Cuando Dora Ivonne terminó su periodo y Mireya la sustituyó las cosas comenzaron a mejorar, pero antier la presidenta del IMIPE emitió un comunicado que dice:
“En estricto respeto al servicio que he venido realizando en el IMIPE, trabajando de la mano en su momento con mis compañeros de pleno y ahora con mi compañera comisionada Dora Ivonne Rosales Sotelo, en el mes de marzo y antes de que iniciara la contingencia en la que nos encontramos inmersos, tomé la decisión, por una situación de carácter personal, de separarme del cargo de Comisionada solicitando licencia indefinida sin goce de sueldo y renunciando por ello a la presidencia del Instituto”.
Es su decisión personal y se tiene que respetar.
¿Qué va a pasar con el IMIPE? Nadie lo sabe. Por lo pronto, al igual que los tribunales y muchas dependencias de gobierno, está en impasse por la contingencia del Covid 19, pero aun así urge que el Congreso Local realice su trabajo para cubrir los espacios que han quedado vacantes.
Ojalá las señoras diputadas y los señores diputados no se tarden mucho en hacer la designación, y a los que resulten electos no les cobren mucho por el voto, ni les pidan plazas para sus allegados.
HASTA EL LUNES.