Ayer, mediante un comunicado oficial, la Escuela Libre de Derecho de Puebla (ELDP), una de las instituciones educativas más reconocidas en México, anunció la destitución del catedrático Jorge Alberto Domínguez Martínez, acusado de acoso sexual en agravio de una de sus alumnas, y anunció que en enero comenzará una serie de cursos obligatorios para todo trabajador, profesor y directivo de la Institución, que fortalecerán la igualdad y equidad de género.
El asunto es interesante porque el abogado y catedrático interpuso sendas demandas por daño moral en contra de la estudiante, pero también en contra de los medios de comunicación que se atrevieron a publicar la denuncia.
El asunto ya era conocido desde tiempo atrás, pero ayer el influyente diario Cambio asestó un duro golpe al acosador:
“La estudiante de la Escuela Libre de Derecho, Camila López Castelán, no sólo es víctima del profesor Jorge Alberto Martínez Domínguez, sino que es revictimizada por dos directivos de la institución educativa, Gustavo Hernández Téllez y Alejandro Ramírez Guyot, quienes sostienen al docente pese a un historial de dos décadas de relaciones amorosas, ‘cortejos’ y abusos cometidos en contra de alumnas”, publicó en su edición tanto digital como impresa.
Ramírez Guyot es el encargado del área de posgrados con cargo de director general, y Hernández Téllez responsable de la administración de la escuela. Fueron ellos los que levantaron la suspensión del docente apenas dos semanas después de que el Consejo Directivo tomara esa determinación tras darse a conocer el abuso en medios de comunicación en 2019, cuando Camila cursaba el tercer año de la licenciatura.
La relación de amistad personal entre Martínez Domínguez y Hernández Téllez es bien conocida en “la Comunidad Libre” (como se le conoce a los miembros de la ELD), pues fue quien solicitó su reincorporación a la planta académica pese a que el sediciente presidente del Ilustre Colegio de Abogados de Puebla estuvo preso por fraude según el proceso penal 433/2008.
Con Ramírez Guyot, el vínculo deriva de que ambos fueron compañeros al cursar el doctorado en Derecho en la misma ELDP durante el curso 2013-2015. Intimaron tanto que hasta se dicen ‘compadres’, hechos conocidos durante la escuela.
“Ahora, el caso vuelve a la escena pública una vez que Domínguez tomó represalias en contra de Camila López, a quien demandó por daño moral, así como a cinco medios de comunicación que retomaron la historia: Periódico Central, MTP Noticias, E-consulta.com, la Jornada de Oriente y CAMBIO”, escribió su director Arturo Rueda.
Tanto la estudiante Camila, así como los representantes de los cinco medios, fueron citados esta semana a una audiencia de conciliación en el Juzgado Tercero de lo Civil de acuerdo al Expediente 477/2021/3C.
Lo que Martínez Domínguez no se esperaba, era que la Universidad para la que trabaja desde hace más de 20 años, emitiera un boletín oficial para comunicar que “conforme a nuestro Código de Ética, es deber y responsabilidad de todas y todos los integrantes de la comunidad libre mantener relaciones pacíficas entre sí, así como procurar el diálogo equitativo y respetuoso como mecanismo para superar los diferendos, privilegiando los medios alternos pacíficos y dejando el litigio como último recurso. Por lo anterior, es que el Consejo Técnico de esta casa de estudios resolvió, desde esta fecha, destituir al Mtro. Jorge Alberto Domínguez Martínez, como profesor de la Licenciatura en Derecho”.
Y es que, en esas más de dos décadas como docente en diversas materias, fueron ampliamente conocidas las aproximaciones del abogado con sus estudiantes a través de comentarios jocosos, invitaciones a restaurantes y bares para ‘convivir’, lo que él no consideró nunca como acoso sexual, sino cortejos respetuosos.
Incluso, en el año 2004, estando casado tuvo un romance con quien en ese entonces era su alumna, y la relación la llevó a tener dos hijos con él y convertirla en su pareja formal. Esa relación tormentosa entre Jorge Domínguez y esa alumna fue auspiciada y festejada por sus protectores, pues el directivo Ramírez Guyot presume que ‘él lo llevó al altar’.
“Sin una política de atención al acoso sexual durante décadas, Martínez Domínguez se ufana de ser un ‘casanova’, de acuerdo con testimonios de alumnas de varias generaciones que sufrieron sus acosos sin una instancia interna en la cual denunciar, pero han relatado a CAMBIO y serán publicadas en entregas posteriores”, advirtió el periodista Rueda.
Es evidente que la Escuela Libre de Derecho optó por destituir al acusado de acoso y evitar así más publicaciones, pues en su comunicado informó que en enero próximo, cuando se dé el regreso total a las clases presenciales, comenzará una serie de capacitaciones “obligatorias” para todos los miembros de la institución, desde trabajadores, profesores y directivos.
Ahora veremos qué sucede con la demanda por daño moral que interpuso el hoy destituido, pues en términos legales podría incrementar su petición de reparación del daño porque ya no tiene trabajo, y la afectación económica es incalculable.
El caso debe ser tomado con mucha responsabilidad por parte de los cientos de profesores que diariamente tratan con jóvenes mujeres y les parece inofensivo hacer alarde de su belleza y de lo que provocan en ellos.
Siendo honestos, ¿cuántos abogados están casados con quienes fueron sus alumnas? ¿Cuántos matrimonios comenzaron en un salón de clases?
Habrá que admitir que -como en todo- también se han cometido injusticias y que han pagado “justos por pecadores”. Sin embargo, los maestros deben entender que los tiempos han cambiado y hoy cualquier piropo que hace años causaba gracia, puede ser tomado como acoso sexual. Los “ojo alegre” o “los rabo-verde” que fueron consecuentados durante décadas en las preparatorias y universidades, hoy ya no tienen cabida, y pueden terminar expulsados o incluso en el Ministerio Público.
Y eso debe ser tomado en cuenta por los propietarios o directivos de las decenas de universidades privadas que hay en nuestra entidad, y ponerles este tipo de ejemplos para que no vayan a incurrir en algún escándalo que pudiera ser desastroso para sus respectivas instituciones. Por eso el sabio refrán que dice: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
HASTA MAÑANA.