“Me he preparado toda mi vida para desempeñar este cargo. A los que dicen que me saqué la rifa del tigre les contesto: sí, y yo compré todos los boletos”, afirma el nuevo presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, quien llega al cargo en su tercer intento.
Ese tipo de declaraciones son las que hacen que hoy tenga a todos los cuernavacenses con las mayores expectativas de los últimos años. Toda la sociedad tiene cifradas sus esperanzas en él, y dependiendo del resultado será su futuro inmediato.
En 2009 vimos un fenómeno similar con Manuel Martínez Garrigós, cuando tras varios gobiernos panistas el joven priísta logró juntar en torno suyo a muchos sectores de la sociedad que veían en él un buen prospecto para la gubernatura. El problema de Martínez Garrigós fue que siempre asumió la presidencia municipal como un escalón para llegar al gobierno del estado.
En el caso de José Luis Urióstegui nunca ha aceptado que quiera buscar la gubernatura en el 2024, aunque los casos de Sergio Estrada Cajigal y Cuauhtémoc Blanco Bravo lo pongan en esa posición de manera natural e involuntaria.
El abogado tomó protesta junto con su cabildo el pasado viernes en una ceremonia celebrada en el Parque Siqueiros. Ahí, escuchó atento las participaciones de los regidores de todos los partidos que estarán representados en el Cabildo y luego pronunció un discurso en el que dejó en claro que “no seremos inquisidores, pero tampoco cómplices”, para acallar aquellas voces que insisten en un pacto de impunidad con su antecesor.
Hubo de todo en los discursos de los regidores. Algunas personas realmente dieron pena ajena porque se notaba que no solamente se los habían escrito, sino que ni siquiera le dieron una leída previa. Excelente discurso de Víctor Adrián Martínez Terrazas, pero con el estigma de haber formado parte de ese gobierno anterior al que tanto criticó en su participación.
Lo mismo Debendranath Salazar Solorio, quien recibirá su sueldo de regidor y también su pensión como trabajador jubilado, siendo su último cargo una dirección en el gobierno de Antonio Villalobos Adán.
Y Víctor Hugo Manzo Godínez -el odontólogo que antepone el Dr a su nombre para que piensen que estudió un doctorado- hizo gala de sus habilidades de orador como en sus buenos tiempos de líder sindical y diputado. La pregunta que quedó en el aire es ¿a nombre de quién habló? ¿A nombre del PRI, al que perteneció toda su vida, o a nombre del Partido Fuerza por México que lo contrató en el paquete de Sergio Estrada Cajigal?
Víctor Hugo es un hombre con mucha suerte. Fue favorecido con la derrota de Sergio Estrada, y si hacemos cuentas, podría ser el fiel de la balanza a la hora de votar en el Cabildo. El PAN tiene tres regidores, que sumados a los votos del alcalde y la síndica, así como el PSD, dan seis votos, por lo que sólo necesitarán uno más para tener mayoría. Pero eso voto no les saldrá barato.
El Partido Morena, que el día de la toma de protesta llevó acarreados para demostrar “músculo”, sólo tiene tres representantes en el Cabildo, pero los tres “de peso”. Uno de ellos viene a representar los intereses del próximo candidato a gobernador por ese instituto político, Rabindranath Salazar Solorio y la regidora Patricia Torres estará recibiendo línea directa de René Bejarano, el famosísimo señor de las ligas.
Se antoja difícil una alianza de los morenistas con el PRI o con el MAS, e incluso con el PT que alguna vez formó parte de la Coalición. Su función será “hacer ruido”, tal como lo hicieron el pasado viernes, cuando del Parque Siqueiros se trasladaron a una quinta donde ya les esperaba una deliciosa comida (que algunos de los asistentes transmitieron en vivo por Facebook) pagada con recursos del partido que pregona la austeridad.
El sábado se realizaron los primeros nombramientos en el gabinete de José Luis Urióstegui. Normal y atinada la designación de Carlos de la Rosa Segura en la Secretaría General del Ayuntamiento. Es su hombre de confianza, compañero desde que estudiaban en la Escuela de Derecho de la UAEM, de carácter fuerte. Nunca han trabajado juntos en la administración pública. O se complementan, o truenan.
Alicia Vázquez Luna, una de las mejores abogadas que tiene este estado, quien juró nunca volver a aceptar un cargo en Seguridad Pública y hoy insiste en ese rubro a pesar de que sabe que nunca se podrá terminar con la delincuencia. ¿Volveremos a ver a la Alicia soberbia y rodeada de guaruras que vimos con Graco Ramírez? Muy pronto lo sabremos.
Javier Arozarena Salazar, designado tesorero del ayuntamiento, se ganó su confianza de JLUS desde que era su director administrativo en la Consejería Jurídica del Gobierno estatal. Lorena Elizabeth Castillo Castillo fue su jefa de prensa en la Procuraduría de Justicia y hoy le encarga el Instituto de la Mujer.
Los oficiales del Registro Civil, Eduardo Villarreal Torres y Claudia Popoca González, suponemos que son sugerencia de su esposa, Luz María Zagal, quien conoció a la perfección esa área al desempeñarse como titular de la Oficialía Uno.
Es entendible que le dé a Israel Yúdico Herrera la Secretaría de Administración como pago por haberle prestado las siglas del PSD para su candidatura. Pero además, Yúdico Herrera es un profesionista muy preparado que no ha sido aprovechado en administraciones anteriores.
También es entendible que ponga en la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos a un elemento 100% panista como lo es Pablo Aguilar Ochoa y a Laura Patricia Hernández Cruz como secretaria de Desarrollo Humano (recomendación del obispo), e incluso al ex presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Alejandro Rosas López, para cumplir con los compromisos contraídos en campaña.
En el resto de los nombramientos la gente tiene sus dudas o no entendemos cómo llegaron ahí. Por ejemplo, no tenemos referencia alguna de la contralora Dolores Álvarez Díaz. Se cuestionan cómo le dan una dirección a Luis Antonio Flores García cuando sus 10 mil votos que obtuvo como candidato independiente “desaparecieron” en la elección del pasado mes de junio.
Humberto Paladino Valdovinos, el secretario de Desarrollo Económico, ha sido priísta toda su vida y nunca se le vio en ninguna de las tres campañas. Se dice que su inclusión es por la relación familiar con alguno de los hermanos Terrazas.
Y la sorpresa más grande es la designación de Demetrio Chavira de la Torre como secretario particular del presidente municipal.
¿Cómo es que el ex presidente de la Federación de Estudiantes se le ha podido meter a personajes como Jorge Meade Ocaranza (con quien salió mal); a Cuauhtémoc Blanco (con quien ocupó un cargo importante en su administración municipal), y ahora con José Luis Urióstegui con quien no participó en ninguna de sus tres campañas?
Y es que ponerle el secretario particular a un funcionario equivale a instalar cámaras y micrófonos en su privado y tener las claves de sus teléfonos y redes sociales.
HASTA MAÑANA.