Dice un refrán mexicano que “cayendo el muerto y soltando el llanto”, pero en este caso podría ser “cayendo el muerto y pidiendo su curul”. Efectivamente, a 72 horas de que ocurrió el lamentable deceso del diputado Juan José Yáñez Vázquez, ya hay dos personas que reclaman el espacio que dejó vacante en la Quincuagésima Quinta Legislatura Local de Morelos.
Como ya lo habíamos comentado, el caso del diputado Yáñez Vázquez es “sui géneris” pues por diversas circunstancias lo registraron sin suplente, de ahí que no haya nada establecido en la Constitución ni en la Ley Orgánica del Poder Legislativo.
Ante este vacío, todo puede suceder. La Barra de Abogados Electorales del Estado de Morelos que encabeza el ex panista Gilberto González Pacheco fue la primera organización en vislumbrar tres posibles escenarios:
1.- Quedarse con 19 diputados, lo que permitiría que se alcanzara la mayoría calificada con 13 votos (aunque de inmediato el doctor en Derecho, Nicolás Garduño, advirtió que eso sería anticonstitucional).
2.- Que entrara la siguiente persona en la lista de prelación, que sería Gabriela Marín Sánchez, mujer, aunque con ello se perdería la paridad perfecta que actualmente tiene la Legislatura con 10 hombres y 10 damas.
3.- Que entre el siguiente hombre en la lista de prelación, y que sea de alguno de los grupos vulnerables, lo que daría como resultado que llegara Roberto Carlos Yáñez Moreno, sobrino del diputado fallecido.
Los expertos en Derecho Electoral coincidieron en lo que expusimos en esta columna el pasado lunes: cualquiera que sea la opción asumida por el Congreso, derivará en sendas impugnaciones, de tal manera que serán los tribunales los que digan la última palabra, quien sabe en cuánto tiempo.
El martes bien temprano, llegó una jovencita hasta las oficinas de la Mesa Directiva, llevando un documento en el que, después de acreditar su personalidad y establecer un domicilio para recibir notificaciones, decía:
“Acudo de forma respetuosa a solicitar se me llame a rendir protesta como diputada local por el principio de representación proporcional de esta honorable Quincuagésima Legislatura, en pleno ejercicio de mi derecho de ser votada”.
Sí, era Gabriela Marín Sánchez, quien hasta hace poco se desempeñaba como directora de Vinculación del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Morelos (CECyTE) y que hoy sabemos que es cuñada de José Manuel Tablas, ex diputado (entró siendo panista y terminó en el PRD) y fundador del partido Morelos Progresa.
Lo que no sabía, era que desde el lunes 18 a las 17:50 horas ya el sobrino del difunto se le había adelantado, entregando su respectivo documento en la Mesa Directiva en el que solicita “tenga a bien acordar lo conducente y realizar las gestiones necesarias, a efecto de realizar el llamamiento al suscrito ante el Pleno del Congreso del Estado de Morelos y me sea tomada la protesta de ley correspondiente, con la finalidad de asumir la diputación vacante”.
“Vivillo desde chiquillo”, el más pequeño del clan Yáñez le solicita al presidente de la Mesa Directiva, Francisco Sánchez Zavala, “ordene a quien corresponda se realicen las gestiones administrativas para que al suscrito le sea otorgada la dieta correspondiente y demás emolumentos que corresponden al cargo en mención”.
De paso, Roberto Carlos le da clases de Derecho al presidente de la Mesa Directiva del Congreso, al explicarle en su escrito que si bien en la legislación local no se encuentra prevista la ausencia definitiva de un diputado que no tiene suplente, a nivel federal si se contempla en el artículo 63 de nuestra carta magna.
“En el caso que nos ocupa, debe suplirse la vacante con la fórmula siguiente, pero respetando el contenido del artículo 24 de la constitución morelense, que contiene el principio de paridad. Es decir, la vacante debe ser cubierta por la fórmula siguiente “del mismo género”, en este caso “hombre”; lo anterior, con la finalidad de que se cumpla, de manera efectiva, con el principio de paridad”.
A lo largo de 22 fojas, el aspirante a legislador (por segunda vez) le explica a la máxima autoridad en el Congreso local el por qué nadie más que él puede ser el convocado. Incluso, a riesgo de sufrir las bromas de todo mundo, Roberto Carlos advierte que “pertenezco a la comunidad LGBTTTI+, la cual ha sido marginada y discriminada a través de la historia en un país considerado machista y homofóbico”, por lo que, si lo llaman a integrar la actual legislatura, se estarían cumpliendo todas las acciones afirmativas que establece la constitución local, pues ya hay mujeres, indígenas, discapacitados, y sólo falta un gay.
Y bueno, aunque al principio la presidenta del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, Mireya Gally, dijo que esa institución no tiene facultades para decidir sobre sustituciones (en respuesta a una consulta solicitada por el PRI), ahora acaba de declarar que el Congreso sí le tendría que consultar.
En lo que sí coinciden todos, es que el espacio le pertenece a Morelos Progresa, no obstante que, al morir, el diputado Yáñez Vázquez era integrante de la bancada priista.
¿Qué va a suceder ahora? Bueno, pues el presidente de la Mesa Directiva deberá darle respuesta a los dos aspirantes (para no violar su derecho de petición) y el que no esté conforme, o ambos, podrán interponer el recurso legal que consideren conveniente, con lo que el tema se estaría judicializando.
Por lo anterior, es casi un hecho que el segundo año legislativo que empieza en septiembre, comience con 19 diputados.
Tan fácil que hubiera sido que “alguien” sentara a la interesada y el interesado y les ofrecieran un buen cargo en el Congreso a quien cediera su lugar, evitando sí la pérdida de tiempo en un litigio innecesario. Pero al parecer no hay buenos operadores políticos en la Mesa Directiva que encabeza el ex alcalde de Yecapixtla, Francisco Sánchez Zavala, a pesar de su abultada nómina.
HASTA MAÑANA.